Vigías de la 213° semana
Por una Organización Mundial de la Salud independiente
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la garante de la salud de la población en el mundo y es la autoridad en el tema ante todos los Estados. Conforme a su Constitución, la OMS debe ser independiente de todo interés comercial.
Los altercados sucesivos del amianto y del tabaco, a los cuales se suman actualmente los problemas planteados por los pesticidas, los “polychlorobiphényls” o PCB … muestran que la misión de la OMS puede estar obstaculizada por la infiltración de los lobbys. Son “accidentes” susceptibles de producirse en cualquier institución.
Desde el Acuerdo firmado con la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica) el 28 de mayo 1959 (Res. WHA 12-40), la Organización Mundial de la Salud está ligada a una agencia cuyo objetivo reconocido es la promoción comercial del átomo civil. Ahora bien, este acuerdo exige que “cada vez que uno de los firmantes se proponga emprender un programa o una actividad en un ámbito que representa o puede representar un interés substancial para la otra parte, la primera debe consultar a la segunda para resolver el asunto de común acuerdo”. (artículo I §3). El artículo III prevé de “tomar ciertas medidas restrictivas para salvaguardar el carácter confidencial de ciertos documentos ”. Finalmente : “con vistas a asegurar una cooperación lo más completa posible… la OMS y la AIEA se comprometen a evitar los dobles empleos inútiles en la recolección, elaboración y publicación de las estadísticas ...” (Art.7).
La AIEA depende del Consejo de Seguridad de la ONU y de esta manera se encuentra en una posición jerárquica dominante con respecto a la OMS que depende solamente del Consejo Económico y Social(1). Qué pasa cuando hay un conflicto de intereses entre la información y el cuidado de la salud de la población por parte de la OMS frente a la promoción comercial de la energía nuclear por parte de la AIEA ? La respuesta está en la gestión de la catástrofe de Chernóbil.
La OMS tardó 5 años antes de ir sobre el terreno, dejando el campo libre a la AIEA. En noviembre de 1995, la OMS convocó a una conferencia internacional sobre las consecuencias de Chernóbil. Muchos testimonios se revelaron inquietantes : las actas de esta conferencia aún no fueron publicadas (2). Seis meses más tarde, la AIEA convocó otra conferencia en Viena (abril 1996), que dio este balance oficial de la catástrofe, que la OMS no pone en duda : 32 muertos, 200 irradiados, 2000 cánceres de la tiroides entre los niños ! Esas cifras, revisadas el 5 de septiembre 2005 (unos 50 muertos, 400 irradiados, 4000 cánceres) son irrisorias, no tienen en cuenta el estado de salud de 80% de los niños enfermos en las zonas contaminadas, ni el nombre de muertos y de inválidos entre los 600.000 a 1.000.000 de “Liquidadores” que intervinieron para evitar una catástrofe mayor.
Es suficiente, para convencerse, confrontar ese balance con el de la Embajada de Ucrania en Francia, el 25 de abril de 2005, para ese sólo país : “3,5 millones de habitantes de los cuales 1,3 millones de niños fueron fuertemente irradiados en 1986. 2.646.106 ciudadanos son considerados como víctimas, en enero 2005. De las personas que aún viven en las regiones contaminadas por la lluvias radioactivas, 84.7% están enfermos. En 2004, 94 % de los Liquidadores estaban enfermos. Cada año la proporción de enfermos aumenta”.
Solicitamos una revisión del acuerdo entre la OMS y la AIEA, de manera que la OMS vuelva a ser independiente :
- que cese de ser cómplice de la desinformación en lo que concierne a la energía nuclear en general ;
- que apoye el esfuerzo de los investigadores de la ex-Unión Soviética y de otros lugares, que intentan ayudar a las poblaciones contaminadas a luchar contra los efectos de la catástrofe de Chernóbil ;
- que tome a su cargo la investigación y la profilaxis del problema controvertido de la irradiación interna por bajas dosis de Cesium 137 y otros radionucloides, los cuales continúan a ser activos durante períodos que van desde algunas decenas a centenares de años.
Pensamos que todas esas investigaciones deben rendirse públicas ya que en ningún lugar estamos al abrigo de un accidente con respecto al cual hasta ahora no tenemos ninguna preparación que sea seria.
Desde el 26 de abril de 2007, los « vigías » permanecen delante de la sede de la OMS en Ginebra, desde las 8 de la mañana hasta las 18 horas, todos los días laborables para denunciar el acuerdo OMS-AIEA y pedir que la OMS recobre su independencia. Me asocio a esta acción para que la OMS cumpla plenamente su misión.
(1) Testimonio del Dr. Nakajima, director de la OMS en 1995, entrevistado en Kiev en 2001 (Cf. “Controverses nucléaires”, película documental de de W.Tchertkoff. Accès au site d’Alerte Verte : www.alerte-verte.com
(2) Cf. “La catastrophe de Chernóbil et la salud” de Michel Fernex. Cargue el documento
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